DESIERTO DE LA TATACOA "NATURALEZA Y PALEONTOLOGIA, UNA EXPLORACIÓN AL PASADO"

Villavieja es el segundo destino turístico más importante del Departamento después de San Agustín; la afluencia de turistas de todo el país y del exterior, es motivada por las excepcionales condiciones del Desierto de La Tatacoa, las cuales facilitan la observación astronómica en la noche y la práctica del senderismo en el día.

El casco urbano del lugar ofrece una rica colección de piezas paleontológicas vestigios de los grades mamíferos y reptiles que poblaron la zona hace millones de años; así mimo, la expresión artesanal de trabajo en totumo y la gastronomía con el “Chivo en Estofado” como principal plato, dan un valor agregado a este destino turístico, desde la perspectiva de la identidad cultural.

En Villavieja floreció una hacienda ganadera de los Jesuitas y aún se conserva la Capilla Colonial de Santa Bárbara con su Casa Cural, construía en 1748, esta última donde actualmente funciona el Museo Paleontológico, en el que se exhiben restos de diferentes espacies fósiles hallados en el desierto, entre ellos los de un mono que vivió en el Mioceno, hace 25 millones de años. Villavieja es la puerta de entrada al Desierto de La Tatacoa, soberbio paisaje de indescriptible belleza con una extensión de 330 km2 y una temperatura que alcanza 43°C. El casco urbano de Villavieja ofrece igualmente al turista la colección de piezas paleontológicas de incalculable valor patrimonial, expuestas técnicamente y con ilustraciones de carácter científico. Allí se pueden apreciar fósiles de los grandes mamíferos y reptiles gigantes que poblaron el Desierto, como el Megaterio y el Cocodrilla, entre tantos otros.

Caracterizado por ser un bosque seco tropical, de singular belleza, inmensa riqueza biótica, yacimientos fosilíferos de enorme valor para la investigación científica y una cúpula celeste que permite la exploración de noches despejadas. Ciertamente el Desierto en su gran extensión articula los municipios del norte del Departamento y se comunica turísticamente con el municipio de Aipe a través del Río Magdalena.

Una carretera pavimentada conduce al desierto, cuya primera parte denominada Cuzco, es un lugar donde la erosión del terreno forma verdaderas esculturas naturales de tierra rojiza; en esta parte, ideal para contemplar las estrellas, se construyó un observatorio astronómico desde donde se puede tener una amplia visión del espacio sideral.

En 110 km2 que conforman el territorio de La Venta, se han realizado investigaciones paleontológicas. En la segunda parte del desierto, conocida como los Hoyos, el paisaje está conformado por tierras erosionadas de color grisáceo.

HUILA